APARTURNAPARTURE Noticias de Navarra egunkarian
Propietarios de apartamentos turísticos alegan a la nueva norma
Están en contra de limitar su instalación a primeros pisos porque impiden al sector “crecer”, y ven más justa una regulación por porcentaje (25% de un edificio o calle)
Marivi Salvo / Mikel Saiz – Viernes, 6 de Abril de 2018 – Actualizado a las 06:01h
pamplona– La Asociación de Apartamentos Turísticos de Navarra (Aparturna/Naparture), recién constituida, ha presentado alegaciones a la propuesta municipal que prevé regular esta figura turística de tal manera que solo puedan instalarse nuevas aperturas en las primeras plantas de los edificios del Casco Viejo. Desde la asociación Aparturna, su secretario Odei Olalde señala que “nuestra valoración general, que parece coincidir con la de otros sectores, es que tanto esta modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI), como la anterior que se aprobó (se refiere a otro cambio del Plan Municipal de Pamplona), son parches que subsanan el verdadero problema de la ciudad: la falta de un nuevo plan estratégico”.
Así, desde la asociación que agrupa a propietarios de apartamentos turísticos indican que “no hemos tenido noticias de primera mano de ningún tipo de problema de convivencia y, desde luego, abogamos por una regulación del sector, pero una regulación que permita que este tipo de alojamiento que cada día se demanda más, pueda crecer”.
En este sentido, señalan que sus estudios, en colaboración con FEVITUR (la Federación Española de Viviendas Turísticas), destacan que un 87% de los usuarios de apartamentos turísticos son “familias con progenitores de mediana edad”. Aparture (Asociación de Apartamentos Turísticos de Euskadi ), además, destaca en su último informe que “el apartamento turístico está consiguiendo en Gipuzkoa unos ratios de pernoctación superior a la media, llegando casi a 5 noches”. De este modo, defienden al usuario de este tipo de oferta turística: “Creemos que es evidente que este modelo de alojamiento atrae a un perfil de turista muy interesante a las ciudades, con un poder adquisitivo medio-alto, un ratio de pernoctaciones superior y, además, un ambiente principalmente familiar”.
Respecto a la normativa propuesta por el Ayuntamiento, Aparturna discrepa principalmente con la propuesta de que “se limiten los apartamentos turísticos a primeras plantas exclusivamente”, lo que limita las posibilidades de ampliar su negocio y el sector en general. En este sentido, indican que “de los 102 apartamentos en venta que aparecen en la página de El Idealista a fecha de hoy, “solo hay 19 primeros, y de estos solo la mitad tendría un potencial real de convertirse en apartamentos turísticos”, alegan. Pero incluso “si consideráramos que los 19 pudieran transformarse en alojamiento turístico, y considerando una media de 5 plazas por apartamento”, eso significaría que, como máximo, serían posibles crear 95 nuevas plazas de alojamiento en el Casco Viejo.
Estas cifras dejan en evidencia que la normativa propuesta limita “la capacidad de crecer del sector a que surjan nuevos apartamentos en primeras plantas”, una cuestión con la que discrepan porque “restringir a primeras alturas sin considerar ningún tipo de excepción”, supone “una dificultad de acceso inicial para este sector que se podría considerar en contra de la libre competencia”. Más aún, “impide al sector crecer”.
En este sentido, dicen que “un solo hotel puede atraer a una misma calle muchos más turistas que 20 apartamentos”, pero, además, defienden, que “si hacemos esta comparativa”, las ganancias de 20 apartamentos se distribuirían “entre 20 pequeños inversores”, por lo que “este modelo distribuye más homogéneamente tanto la riqueza como la acumulación de turistas”.
LIMITAR POR PORCENTAJEFrente a la limitación de instalación de apartamentos turísticos solo en primeras plantas, Aparturna propone que se haga por porcentaje. “Que se limite a una cantidad del edificio, que proponemos sea el 25% del bloque”, lo que en el Casco Viejo de Pamplona “se traduce en un apartamento por bloque en la mayoría de los casos”. Sugieren además que para que el impacto del sector del alojamiento turístico “se distribuya de forma más homogénea” por la ciudad, “se limite la suma de todos los alojamientos de un barrio a un 25% de la totalidad de los metros de vivienda”. Por ejemplo, si en el Casco Viejo hay 750.000 m2 de superficie de vivienda, la oferta total de apartamentos turísticas “nunca pueda ocupar más de 187.500 m2”, dicen, y añaden que “en esta bolsa de metros cuadrados estarían todos los hoteles, pensiones, apartamentos turísticos, albergues y albergues del Camino de Santiago”. Esta limitación del 25% la llevan también a las calles: “Si en ninguna calle o zona se puede superar el 25%”, esto “obligaría a la oferta turística a diseminarse de forma mucho más homogénea por la ciudad”.
Por último, respecto a las calles, opinan que la normativa considera “todas las calles por igual”, y no diferencia que hay algunas más masificadas como Dormitalería, Jarauta o San Lorenzo”. No es, según concluyen, “lo suficientemente sensible con las singularidades”, por lo que “pierde la oportunidad de convertir la implantación de nuevos alojamientos turísticos en una medida de impulso o revitalización de zonas degradadas”.